Los países de América Latina atraviesan un momento crucial marcado por tensiones territoriales, desigualdades persistentes, efectos del cambio climático y una ciudadanía que exige mayor participación. Estas dinámicas obligan a replantear las formas de intervención, no solo desde la escala nacional, sino desde los propios territorios, articulando problemas, posibilidades, pactos (alianzas) y, sobre todo, personas. Esta última dimensión exige liderazgos capaces de unir voces diversas, orientar expectativas, proponer rutas locales de desarrollo y cerrar brechas sociales y ambientales. Es a esto a lo que Solidaritas Perú denomina Liderazgo Sostenible.
La propuesta de las 4P (problemas, posibilidades, pactos y personas), sustentada en el Liderazgo Sostenible, no responde a una moda ni a un repertorio técnico: es una necesidad impostergable. Implica actuar con visión de largo plazo y compromiso con el bienestar común, comprendiendo el territorio desde los ojos de la gente, oxigenando el tejido social a través de nuevos liderazgos y promoviendo una nueva clase de ciudadanía: la ciudadanía sostenible. Este enfoque apuesta por un desarrollo y gobernanza territorial que convivan con las demandas de la inmediatez de los reportes de sostenibilidad, evitando prácticas nocivas como el greenwashing y el socialwashing que distorsionan la sostenibilidad para obtener reconocimiento fácil.
Aunque el concepto de Liderazgo Sostenible surgió en el ámbito corporativo (enfocado en fortalecer competencias blandas y metas empresariales), Solidaritas Perú propone una visión renovada y profundamente territorial. Trasciende la empresa para situarse en el corazón del desarrollo social, reconociendo a las comunidades no como “beneficiarias”, sino como agentes centrales del cambio. En esta perspectiva, este no se limita a gestionar recursos o cumplir objetivos corporativos, sino que impulsa la formación de capacidades locales, el sentido de pertenencia y la acción colectiva para construir un futuro común.
Este enfoque parte de entender que el desarrollo sostenible no se impone desde arriba, sino que se construye desde la identidad, las capacidades locales y una ética del cuidado que integra lo ambiental, lo social y lo económico. Por ello, el Liderazgo Sostenible que impulsa Solidaritas Perú busca oxigenar el tejido social mediante liderazgos que inspiren, articulen y transformen, fomentando confianza, cooperación e innovación social como motores de soluciones sostenibles en los territorios.
En este marco, el Reconocimiento al Liderazgo Sostenible se constituye como un componente esencial para visibilizar y fortalecer a personas, proyectos y organizaciones que promueven alianzas duraderas y soluciones escalables. Escribo estas líneas a puertas de la tercera edición del evento en Lima, el 25 de noviembre, donde —como en ediciones anteriores— se pondrá en valor a líderes latinoamericanos comprometidos con el planeta. En esta ocasión, además, se reconocerá por primera vez a programas y proyectos latinoamericanos que están transformando territorios desde diversos componentes de la sostenibilidad, entregándoles el Colibrí del Liderazgo Sostenible, una pieza escultórica tallada en madera, inspirada en la pequeña ave sagrada en diversas culturas de la región y que nos rememora a la leyenda guaraní del colibrí que, pese a su pequeñez, enfrenta un gran incendio y moviliza a toda la comunidad del bosque para enfrentar el problema.
Vivimos tiempos decisivos para el planeta, como advierten las investigaciones de Carlos Nobre sobre los puntos de no retorno en la Amazonía. Ante este escenario, promover liderazgos sostenibles es una tarea urgente, formando ciudadanía, renovando estos liderazgos y preparando a los tomadores de decisiones que definirán el rumbo de nuestros territorios.
En las actuales circunstancias, como en la leyenda del colibrí, cada acción importa. El Liderazgo Sostenible nos recuerda que toda iniciativa que promueve el desarrollo en los territorios y logra pactos, incluso con gestos pequeños, puede transformar una sociedad o comunidad cuando se hace con convicción y sentido colectivo. Hoy más que nunca necesitamos liderazgos que inspiren, comunidades que actúen y decisiones que miren más allá del corto plazo. Solo así podremos encender la esperanza, movilizar a otros y construir un futuro donde el desarrollo y la sostenibilidad caminen de la mano.






